The Living Need Light, the Dead Need Music

by Susy Bielak, Gabriela Jáuregui, Fred Schmalz

we follow fire 

arriving among the sand dollars

as the coastal wind 

sweeps away the soot

 

air ashen in our trail

melted hotel sign 

drips into the lot

hard to distinguish 

fog from smoke in a world on fire

 

ghost smells

smoke signals from the earth

have we forgotten how to read

across the land thumb

here a hill there a ridge 

all tectonic float and claw 

 

we attest to sunrise

stopping at the forest edge before 

we wade into the sea 

 

ash falling from across the highway

ash the building next door

emerges from the lilacs

bring us a cicada’s exoskeleton

another animal molted

 

the world holds a broom

made of sticks and bones

 

(continued next page, Begin new stanza)

this morning we feel the familiar rush

of deftly pocketing something

that is not ours

elderberries    wild grape

buckthorn               rosehip

 

bag held surreptitiously

to outpace red breasted robins

their territorial cries

and repetitive beaks

 

on this path you can see all the bodies

do their different dance for death

this one barely touches his feet to the ground

  

today ends mulberry season

prepare to slap the colors from your shoes

only a few days ago the ground

stained with fallen fruit

now the ground has absorbed them

 

a swarm of starlings also miss the mulberry

they pick at the ground

as if their beaks could carve a hole

for the fruit to bear from the pocked cement

 

morning a red cardinal

crosses the path twice

flock of Canadian geese’s stereophonic

engulfing

 

morning wrapped in silk

dogwood   cornelian  chokeberry

netted by spiders

who cover your body in gauze 

  

enter the woods

that absorb us

branch for limb

 

attention to season brings

mushroom walk

dormant knowledge

listen

 

women sing into our mouths

the sun still rises and falls

haloed incandescent air

particle-clotted

colors of marigolds        charcoal

 

swarm of dragonflies rises

their fat bodies

slung with crystal

finer than jet propulsion

 

no matter how

close to our faces

they never jet through us

animals take the chance to bolt

that fox eyes us and darts

past predators

the grouse fears wolf

fears coyote as we fear

even the alert

they roam canyons hungry

who live among us

prey 

remind us that we are next

the dead are all ears

the sky is never empty 

learn to read

 

we curl the eyes before our hand

to pocket the light

before death

gets any ideas

these body stains

instructions for morning

rituals

ways of keeping time

waste of

waste

in time your body will waste

away

bodies wasting in corners 

silent in apartments

full of loud signals

and deaf neighbors

morning rituals 

burnt toast crumbles

a small

smell of green chile

to come alive

breathe in 

whenever possible

velvet water

before the song of shovels

pitch music

preponderance of turf

blooming contagious 

we are all so near death 

some more than others

we light our own ways to stave off

hear this

hear our singing

this music for the dead around us

 

a thousand chanting souls

figures cut into the sky 

provide us instructions for mourning:

pull a songbird out of the garbage heap

sculpted from bone

secure it between your fingers

 

bell your body

eat all the fruit

catch a meteor shower

comb the sky

 

hold tender the glass

shards glittering on your path

try not to breathe in 

all that tooth dust

just be a log

churning water

 

unwrap garden netting

wind the robin’s song

around your throat


Los muertos necesitan música, los vivientes necesitan luz

by Susy Bielak, Gabriela Jáuregui, Fred Schmalz

Traducido del inglés por David Ruano

seguimos el fuego

llegando entre los dólares de arena

como el viento de la costa

barre el hollín

aire ceniciento en nuestro camino

un letrero de hotel derretido

gotas en el lote

difícil de distinguir

niebla de humo en un mundo en llamas

olores de fantasmas

señales de humo de la tierra

hemos olvidado cómo leer

a través del pulgar de la tierra

aquí una colina allí una cresta

todo flotador tectónico y garra

atestiguamos el amanecer

deteniéndonos a la orilla del bosque antes

de adentrarnos al mar

ceniza cayendo del otro lado de la carretera

ceniza el edificio de al lado

emerge de  las lilas

tráenos el exoesqueleto de una cigarra

otro animal mudo

el mundo sostiene una escoba

hecha de palos y huesos

esta mañana sentimos la prisa familiar

de embolsar algo hábilmente

eso no es nuestro

bayas de saúco  uva silvestre

espino cerval escaramujo

bolsa sostenida subrepticiamente

para dejar atrás a los petirrojos

sus gritos territoriales

y picos repetitivos

en este camino puedes ver a todos los cuerpos

hacer su baile particular a la muerte

éste apenas toca el suelo con los pies

hoy termina la temporada de moras

prepárate para abofetear los colores de tus zapatos

hace solo unos días el suelo

estaba manchado por la fruta caída

ahora los ha absorbido

un enjambre de estorninos extraña también las moras

pican el piso

como si sus picos pudieran hacer un hueco

para que el fruto surja del cemento agujereado

es de mañana un cardenal rojo

cruza el camino dos veces

bandada estereofónica de gansos canadienses

envuelve

es de mañana envuelto en seda

cerezo silvestre   cornalina   aronia

enredada por arañas

que cubren tu cuerpo en gasa

entrar al bosque

que nos absorbe

rama por extremidad

atención a la temporada que trae

caminata de hongos

conocimiento latente

escucha

mujeres cantan en nuestras bocas

el sol todavía sale y se oculta

aire incandescente con halo

coagulado de partículas

colores de caléndulas carbón

un enjambre de libélulas se eleva

sus cuerpos gordos

colgado de un cristal

más fino que la propulsión a chorro

no importa cómo

cerca de nuestras caras

nunca nos chorrean

los animales tienen la oportunidad de salir corriendo

ese zorro nos mira y se lanza

depredadores pasados

el urogallo teme al lobo

teme al coyote como nosotros tememos

incluso la alerta

vagan por los cañones hambrientos

que viven entre nosotros

presa

recuérdanos que somos los siguientes

los muertos son todo oídos

el cielo nunca está vacío

aprende a leer

curvamos los ojos ante nuestra mano

para guardar la luz

antes de que la muerte

tenga alguna idea

estas manchas en el cuerpo

instrucciones para la mañana

rituales

formas de llevar el tiempo

desperdicio del

desperdicio

un día tu cuerpo se desperdiciará

lejos

cuerpos desperdiciándose en las esquinas

silenciosos en los apartamentos

llenos de señales fuertes

y de vecinos sordos

rituales matutinos

un pan tostado se desmorona

un pequeño olor a chile verde

para cobrar vida

respira

cuando sea posible

agua aterciopelada

ante el canto de las palas

tono musical

preponderancia del césped

floración contagiosa

todos estamos cerca de la muerte

unos más que otros

iluminamos nuestras propias formas de prevenir

escucha esto

escucha nuestro canto

esta música para los muertos que nos rodean

mil almas coreando

figuras cortadas en el cielo

dándonos instrucciones para el duelo:

saca a un pájaro cantor de un montón de basura

esculpido en hueso

asegúralo entre tus dedos

pon una campanita en tu cuerpo

come toda la fruta

atrapa una lluvia de meteoritos

peina el cielo

mantén tierno el vaso

fragmentos brillando en tu camino

trata de no respirar

todo ese polvo de dientes

sólo sé un leño

agua agitada

desenvuelve la red del jardín

envuelve la canción del petirrojo

alrededor de tu garganta